EVOLUCUIN DE LAS PLANTAS


Las primeras plantas con hojas fueron los musgos a los que la evidencia fósil asigna un origen muy antiguo. Los musgos no evolucionaron, no se adaptaron a la vida aérea y si bien poseen lignina (componente esencial de la madera a la que le proporciona su rigidez), no supieron utilizarla.


Los musgos, junto a las coníferas y las plantas con flores, constituyen la primera civilización vegetal que abandonó el medio marino para conquistar la tierra. Las primeras plantas que ‘aprendieron’ a aprovechar la madera fueron los helechos, los que constituyeron así la primera gran civilización vegetal adaptada a la vida terrestre.


Hace cuatrocientos millones de años, después de una terrible sequía que asoló la tierra, surgieron las primeras plantas erectas como la Rhinia. 

Las primeras plantas provistas de madera proliferaron en la Era Primaria inicialmente como hierbas y luego como árboles cada vez más grandes, que formaron los enormes bosques del Carbonífero, desaparecidos en la actualidad transformados en los yacimientos de hulla.

 Estos yacimientos indican la existencia de inmensos bosques pantanosos, constituidos por equisetos gigantes (de los que actualmente solo quedan algunas especies), helechos con semilla y árboles con óvulos primitivos que, surgiendo de los pantanos, formaban un extraño paisaje vegetal. Helechos, equisetos y selaginelas (plantas con notoria separación de sexos) pertenecen a tres grandes líneas vegetales que desde el comienzo de la Era Primaria han evolucionado paralelamente. 


Esa evolución concluyó con el desarrollo, hace unos trescientos millones de años del óvulo, un nuevo órgano propio de las plantas con semilla. La semilla es un óvulo fecundado, donde se desarrolla el embrión, este permanece en un estado de vida latente; acumula reservas de alimentos para reanudar su crecimiento en el momento de su germinación.

Se acepta que la formación de metabolitos secundarios, o de productos del metabolismo especial, mencionado en el texto central como principal fuente de sustancias con efectos biológicos, se produjo a partir de la aparición de las plantas con óvulos y que su máxima expresión se logró con las Angiospermas (plantas con flores), cuya aparición en el curso de la evolución es muy posterior a la de las plantas con óvulos.


CIRCULACIÓN EN LAS PLANTAS
En las plantas también hay un sistema circulatorio que le permite transportar los nutrientes y otras sustancias. Las plantas como los helechos, las gimnospermas y las angiospermas poseen un conjunto de vasos a través de los cuales se transportan las sustancias nutritivas. Los tejidos conductores de las plantas superiores, están situados en la raíz, en el tallo y en las nervaduras de las hojas.

El proceso de circulación en las plantas tiene varias etapas en las que intervienen diversas partes de ellas, el proceso de absorción se inicia con el ingreso de sales minerales y agua a través de las raíces, gracias a los pelos radicales, también llamados pelos absorbentes. De la raíz esta mezcla llamada savia bruta pasa al tallo para ser transportado hasta las partes altas de las plantas gracias al fenómeno de la capilaridad.

Cuando la savia bruta llega a las hojas, entra a los cloroplastos de las células y éstos utilizan el CO2 del aire (que entra a través de los estomas) y la energía lumínica (que proviene del sol) para transformarla, a través del proceso de fotosíntesis, en savia elaborada (glucosa), que luego se distribuirá por todas las partes de la planta a través de otros vasos conductores.


VASOS CONDUCTORES






Las células que conducen el agua y las sales minerales, así como las sustancias elaboradas durante la fotosíntesis, forman el tejido vascular. Existen dos tipos de tejidos conductores, uno de ellos el xilema; está formado por la agrupación de vasos leñosos; el otro, el floema lo constituyen una agrupación de vasos cribosos.




El xilema está formado por un tejido leñoso, con células muertas especializadas que forman vasos conductores, unidos entre sí. Las células que forman el xilema son muy largas y reciben el nombre de traqueadas, se unen otras células por los extremos para formar vasos de xilema de hasta tres metros de largo, por los cuales circula el agua y las sustancias disueltas absorbidas en la raíz, estos vasos leñosos son tubos de celulosa por los que circula la savia bruta.


El floema está formado por células vivas unidas entre sí por orificios. Estos tejidos están ubicados de distinta manera en los diversos órganos de la planta. Los vasos cribosos (floema) distribuyen las sustancias elaboradas en las hojas a todas las partes de la planta, es decir, conducen la savia elaborada desde las hojas hasta todas las partes de la planta para su nutrición. Los vasos cribosos también reciben el nombre de tubos de tamiz; sus células se conservan vivas, pero pierden su núcleo, son cilíndricas y están dispuestas unas sobre otras y sus paredes terminales se hallan perforadas. A un lado de un tubo de tamiz encuentra una “célula acompañante” que regula las funciones del mismo.

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